Ausencia literaria
Yo escribo poemas
para nunca hartarme de la lluvia:
para tener secretos de papel y alcantarilla;
para que lo que yo era con ocho años
no se muera y yo salga por las calles
con un poco de humor en la mirada
y la cabeza mojada
y los charcos con orillas y con olas.
Yo escribo poemas
para darle al invierno ideas
de cómo calentarte
para rodar colina abajo
hasta perderme en las noches calladas de Febrero.
Yo escribo poemas para acordarme
de tu voz que nunca escucho
de tu nombre detenido en las ventanas
de la razón que tienen los pájaros
y el día.
Hoy las calles lloran
con las heridas abiertas en los patios
y los columpios rotos
mi pecho es sólo un sobre abierto
en donde miro y hoy no hay nada
en donde descubro que había cartas con tu nombre
y soledad llena de pasos
y silencio de subir las escaleras
esperando a que llegases tan llena de ti
y tan contenta
diciendo mi nombre
palabra por palabra.
¿Dónde está hoy la lluvia?
¿Dónde están todos mis poemas?